El conflicto se agravó este mes, con 29 palestinos muertos, luego de que casi 150 murieran por disparos de soldados israelíes en 2022, que fue el año más mortífero en Cisjordania desde 2004.
Nueve palestinos, entre ellos una mujer de 60 años, murieron y 20 fueron heridos por tropas israelíes durante una incursión en el norte de Cisjordania, en la jornada más letal en años en el territorio bajo ocupación militar de Israel, lo que provocó que la Autoridad Palestina suspendiera los acuerdos de cooperación y alimentó el temor internacional por un recrudecimiento del conflicto.
“Ante las repetidas agresiones contra nuestro pueblo y el desacato de los acuerdos firmados, incluidos los de seguridad, consideramos que la coordinación de seguridad con el Gobierno de ocupación israelí ya no existe a partir de ahora”, declaró el vocero oficial de la Presidencia palestina, Nabil abu Rudeiné, en un comunicado.
“El presidente (de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas) llama a todas las fuerzas palestinas a una reunión de emergencia para acordar una visión nacional integral y unir filas para enfrentar la agresión israelí y responder a ella”, concluyó, tras anticipar que el expediente de la “masacre” se presentará ante el Tribunal Penal Internacional.
Abbas declaró tres días de luto y ordenó banderas a media asta.
Esta decisión se produce después de que el Ministerio de Sanidad palestino confirmara las nueve muertes en una operación diurna en el campamento de refugiados de Jenín, un bastión de milicianos de la resistencia palestina a la ocupación israelí de Cisjordania que es objeto de operativos israelíes desde hace casi un año.
El hospital de Jenín precisó que entre las nueve víctimas se encontraba una mujer de 60 años, Magda Obaid, que había muerto por disparos de los soldados israelíes.
El conflicto entre Israel y Palestina se agravó este mes, con 29 palestinos muertos, luego de que casi 150 murieran por disparos de soldados israelíes en 2022, que fue el año más mortífero en Cisjordania desde 2004, según el grupo pacifista israelí B’Tselem.
El operativo llegó semanas después de la asunción del nuevo Gobierno de Israel del premier Benjamin Netanyahu, integrado por partidos nacionalistas y ultraortodoxos y es más de derecha de la historia del país.
El nuevo Gobierno israelí prometió adoptar una línea aún más dura contra los palestinos y acelerar la construcción de asentamientos en tierras que Israel ocupa a los palestinos desde 1967 y que éstos reclaman para fundar su Estado.
Por ejemplo, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, afirmó que mantendría sus visitas a la Explanada de las Mezquitas, luego de que su presencia el 3 de enero generara condenas internacionales y hasta una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
El statu quo en la Explanada de las Mezquitas impide a los judíos rezar en el lugar y autoriza únicamente que visiten el lugar por rutas y en horarios predeterminados y vigilados por policías.
El anuncio de Palestina, además, se produce días antes de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegue a la región, donde se reunirá con Netanyahu en Israel y con el líder palestino Mahmud Abbas en Cisjordania, para pedir el “final del ciclo de violencia”.
“Obviamente, no creemos que este sea el paso correcto en este momento”, dijo Barbara Leaf, la principal diplomática estadounidense para Medio Oriente, sobre el anuncio palestino sobre la suspensión de la cooperación.
“Existe la posibilidad de que las cosas empeoren en términos de seguridad”, remarcó y agregó que es necesario “profundizar la coordinación de seguridad”, informó la agencia de noticias AFP.
El Ejército israelí dijo que había lanzado el operativo tras recibir información de inteligencia de que el grupo islamista palestino Yihad Islámica, que tiene un punto de apoyo importante en el campamento, estaba listo para realizar ataques inminentes contra israelíes.
El ingreso de los soldados desató un tiroteo, y varios milicianos fueron alcanzados, agregó.
Imágenes publicadas por medios palestinos mostraron las paredes exteriores carbonizadas de un edificio de dos pisos y bloques de hormigón y otros escombros esparcidos en una calle.
Según el Ejército israelí, las tropas ingresaron al edificio donde se encontraban los sospechosos para detonar explosivos que eran utilizados por los milicianos palestinos que eran buscados.
Imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del hospital de Jenín también mostraron a mujeres sacando a los niños de las habitaciones del hospital y hacia el pasillo.
El Ejército israelí declaró que era probable que los gases lacrimógenos hayan entrado en el hospital debido a los enfrentamientos que se libraron en sus cercanías y no a que haya arrojado gases contra él de manera deliberada.
La ONU, La Liga Árabe y la Unión Europea (UE) expresaron hoy su “profunda alarma” por el continuado y creciente ciclo de violencia en Cisjordania, y pidieron moderación y rebajar las tensiones.
Las muertes provocaron también la condena de la vecina Jordania, así como del grupo islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, los otros territorios palestinos.
La Autoridad Palestina ya había suspendido su cooperación en seguridad con Israel en mayo de 2020 para protestar contra un proyecto de anexión israelí de territorios de Cisjordania, uno de los enclaves palestinos ocupados por el Estado israelí desde 1967.
Pero la cooperación se reanudó seis meses después, en noviembre de ese año.
Esa suspensión afectó a los traslados de pacientes palestinos a hospitales israelíes.
El Ejército israelí indicó haber llevado a cabo “una operación antiterrorista” contra la organización armada Yihad Islámica, implicada en varios ataques antisraelíes.
Los palestinos exigen Cisjordania y Franja de Gaza para fundar allí un Estado con capital en Jerusalén este.